viernes, 10 de julio de 2009

De reprobado a alumno de desempeño sobresaliente

Buenos profesores y un estímulo en el hogar pueden marcar la diferencia entre un estudiante sobresaliente y otro con dificultad para estudiar. A esa disparidad pueden contribuir también las instalaciones y equipos del plantel docente.

A esa conclusión se llega al escuchar las experiencias de ocho alumnos de la Universidad Tecnológica Metropolitana que ahora son parte de los estudiantes del país con mejor desempeño académico en ese tipo de instituciones educativas.

En una prueba del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval), esos jóvenes estuvieron cerca del máximo de 1,300 puntos establecidos en esa prueba.

—Yo era mal estudiante en la secundaria Eduardo Urzaiz, mis calificaciones eran malas, con frecuencia reprobaba —dice Angel Pech Brito, quien logró 1,223 puntos en ese examen.

En ese tiempo, recuerda, él tenía los mismos problemas que otros adolescentes con malas calificaciones: poca responsabilidad y escasa disciplina para el estudio. El consejo de unos tíos lo hizo cambiar y descubrió sus habilidades para el aprendizaje.

Los otros jóvenes que destacaron son: Jesús Franco Echeverría (1,244 puntos), Cristian Aguilar Gómez (1,243), Marianela Herrera Cámara (1,234), Emi González Amaya y Miguel Verdugo Villanueva (1,223), Jonathan Torres Angel (1,212) y Guillermo Uc Espadas (1,221).

En los últimos años, la UTM destacó en el Examen General de Egreso de Técnico Superior Universitario. Los resultados, dicen sus directivos, son satisfactorios: el 85% de los alumnos lograron buen desempeño y recibieron dos testimonios del Ceneval: desempeño “satisfactorio” y “sobresaliente”.

En este año el 92% de los estudiantes de la UTM lograron esas altas calificaciones y pusieron a esa casa de estudios entre las tres primeras del país, en un total de 66.

En total fueron 527 los jóvenes que esta vez superaron ese examen (198 con desempeño satisfactorio y 289 con nivel sobresaliente).— Hansel Vargas.

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