domingo, 15 de junio de 2008

Un nuevo concepto de educación

La educación envejeció y no cambió. Los métodos educativos se han quedado rezagados, si los comparamos con las enormes transformaciones tecnológicas y científicas de estos últimos quinientos años. El hombre ya fue a Júpiter, pero los alumnos siguen yendo a los claustros para recibir información y formación. El procesador pentium ya casi pasa de moda, pero profesores y alumnos se siguen valiendo de la tiza o del marcador de agua para escribir en el tablero de caucho o de tabla. Las enciclopedias, los cursos de idiomas, los diccionarios (incluido el de la real Academia Española de la Lengua), los juegos didácticos, los tratados de casi todas las materias, las disposiciones normativas y muchos recursos más ya los tenemos a disposición en CD ROM, pero en las Universidades y los Colegios seguimos pensando en grandes espacios, un montón de estantería y enormes "mamotretos" empastados para colocar bibliotecas. ¡Y el gobierno vive pensando en que sin bibliotecas las instituciones educativas son solamente unos robaderos de plata! La interconexión vía intranet o internet está a nuestro alcance hace más de dos décadas, pero los grandes "pioneros" de la educación moderna siguen construyendo grandes moles de ladrillo y cemento a las cuales con orgullo bautizan "colegio tal" o "universidad fulanito de tal". Como vemos, los recursos tecnológicos baratos deseados por cualquier revolucionario de los años sesenta para "masificar la educación" son ya completamente accequibles, pero seguimos, por inercia o por mero negocio, promoviendo una educación completamente elitista. Así los medios de comunicación verdaderamente avanzados nos permitan actualmente interactuar 24 horas al día, todavía seguimos pensando que el proceso de enseñar no se puede llevar a cabo sino con un alumno sentado en un pupitre incómodo durante 8 o 10 horas diarias, almacenando, igual a un depósito de basura o, para ser más benignos, a un correo electrónico, toda la cantidad de información descargada en sus oídos por tres o cuatro "especialistas".

¿Tamañas ironías no? ¡Qué modo absurdo de vivir la educación, al lado de modos tan avanzados de vivir la vida! Pero aun estamos a tiempo. Estamos algo retardados, pero aun podemos redefinir nuestro concepto, nuestro método y nuestra realidad educativos. Debemos volver a crear el concepto de Colegio y Universidad, como intituciones "desladrillarizadas", "desclaustrarizadas" o, si les parece más bonito, no presenciales y no circunscritas sólo a un edificio moderno o viejo donde hacinamos alumnos para obligarlos a aprender. Debemos rediseñar la educación para que ella llegue, vía recursos tecnológicos electrónicos, a todo el que lo desee, no de manera individualsino colectivizada, en donde se forme más al alumno en disciplinas como la de aprender. Crear verdaderos métodos interactivos orientados hacia la utilización de la lógica y de la crítica y no hacia la comunicación o memorización de información (¡para lo cual nos lleva mucha ventaja un computador de dos gigas de memoria en disco duro!), es una tarea a emprender cuanto antes por profesores y empresarios de la educación. Cómo procesar, manejar y utilizar la información para el desarrollo humano, es lo que debemos empezar a enseñarle a la gente, utilizando los recursos de la postmodernidad y ya no más los antiquísimos métodos de los sofistas.

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